La purga con Ayahuasca, es una purga integral, por lo tanto, abarca también y necesariamente, una “purga” de tipo psicológica. Se trata de la expulsión de condicionamientos mentales que nos son perjudiciales. La Ayahuasca nos permite realizar la autocrítica de mayor calidad de toda nuestra existencia. Es la auto-evaluación más completa; el balance o auto-análisis de mayor provecho que podemos lograr. Es visualizar detalladamente nuestra vida, para a partir de este reconocimiento buscar las soluciones más pertinentes a nuestras dificultades latentes. El logro del desarrollo de este autoconocimiento, es dirigir nuestra atenta mirada a nosotros mismos.
Recorrido profundo a través de nuestra evolución psíquica, revisando cada etapa de nuestra vida para una mejor autocomprensión. Es verdadero y real volver a vivir algunos pasajes de nuestra vida, para superar conflictos. Téngase en cuenta que esta retrospección, es la base necesaria para mirar hacia nuestro porvenir. Una mirada clara y completa hacia el pasado, permite proyectarse sólidamente hacia el futuro.
Este proceso regresivo, desbloquea traumas, miedos, fobias; bloqueos emocionales implantados en nuestro subconsciente durante nuestra infancia, vida intrauterina o incluso, posibles vidas anteriores las cuales representan nuestras tendencias y limitaciones actuales. La Ayahuasca nos permite desarrollar nuestro propio aprendizaje inherente a la propia línea evolutiva y descubrir o redescubrir cuál es nuestro objetivo personal, cuáles son las decisiones correctas en la vida cotidiana que debemos tomar.
La ayahuasca permite rehabilitar toxicómanos o sujetos de comportamiento compulsivo. Es un excelente remedio para tratar las dependencias, sean de drogas duras o prohibidas y también las aparente e inofensivas drogas legales. Por su reveladora capacidad de cohesionar la conciencia despierta con el mundo subconsciente, reencausa el sentido de vida existencial que el enfermo o toxicómano ha perdido.
La innata búsqueda espiritual, se canaliza al ingresar en la dimensión mágica de la Ayahuasca, que permite sentir y vivir a Dios dentro de uno mismo.
Beto Kamaq es Hombre & Músico Medicina, servidor de ayahuasca, jurema (tepezcohuite), wachuma (San Pedro) con experiencia de más de 12 años al servicio de la sabiduría ancestral. Ha venido caminando y compartiendo su medicina en diferentes países como Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela y actualmente en México.
Terapeuta holístico especializado en Constelaciones Familiares, meditación y musicoterapia. Realiza terapias de sanación con la voz (polifonía/overtone y vibroacústica). Fundador del Centro Spa & Bienestar Pacha Wasi en Pisac – Cusco. Recientemente lanzó su primer disco de Música Medicina “Lo que vine a Ser”