Años atrás nunca pasó por mi cabeza cantar, mucho menos grabar un álbum, siempre fui apasionado por la música, pero no me imaginaba que podía dedicarme a eso. Después de atravesar fuertes eventos personales, me di cuenta de que la música tenía la capacidad de transformar mis estados anímicos y esto me llevó a cantarme a mí mismo, así comencé a ver y sentir la capacidad de sanar a través del canto.

Estuve inspirado en maravillosos maestros que me motivaron a hacer música, junto a procesos de introspección con plantas y meditaciones, aunque fue el impulso de mi hijo Daniel quien finalmente logró despertar esa chispa para crear mi propio estilo. Años después estudié musicoterapia y este paso abrió un mundo de posibilidades en el camino de la música como herramienta de sanación.

Con el pasar del tiempo comencé a recibir enseñanzas, melodías, letras, arpegios, y así, comencé a manifestar mis propias canciones basadas en todo lo aprendido. Me gusta inspirar a las personas a ser ellas mismas, a recuperar su poder personal, transformando y haciendo su propio camino guiado por el corazón, y así, ir despertando una nueva consciencia individual y colectiva.